martes, 10 de junio de 2014

Tastyfridays Outside

Aquí estoy de nuevo después de unos cuantos días. Y esta vez vengo con algo que no he cocinado yo. Algo especial, muy diferente y que pienso que deberíamos probar una vez en la vida: las creaciones de los grandes chefs. Mi oportunidad se presentó hace unos días gracias a unos amigos, a los que mis sentidos y mi estómago siempre recordarán.
¿Y dónde disfrutamos de esta maravillosa cena? Pues en La Terraza del Casino, capitaneado por Paco Roncero y estrellado dos veces por Michelín.
La comida es toda una experiencia, el servicio exquisito y el lugar muy agradable con una decoración muy moderna y elegante. Ahora en los meses de verano se puede además cenar en su terraza.

Empezamos con un cóctel de bienvenida, seguido por unos cuantos snacks, a continuación vinieron los tapiplatos y para cerrar los postres y las pequeñas locuras.



Empezamos con la cereza - yuzu. La presentación espectacular en un bonsái y acompañado de un "gintonic" que están terminando al fondo con la espuma de tónica.
A continuación empezaron los snacks. La mantequilla de aceite de oliva virgen, con una presentación muy original en tubo que tú mismo te sirves, no fue de mis favoritas. 



Pero dio paso al cono de ostra y tuétano que no te deja indiferente, realmente bueno.


A continuación Guacamole con Arenque y seguido uno de mis favoritos, Filipino de chocolate y foie. El Pato Pekín, diferente, sobre esa lámina de jengibre y el Moshi de queso de cabra y membrillo que te sorprendía en la boca soltando todo su sabor. Para cerrar los snacks, Huevo frito de Codorniz y Patata, un bocado en el que aparentemente te comías una chip, pero llevaba sorpresa dentro, la yema líquida y el jámon; y la Tortilla de Camarón, muy cuca con sus camarones perfectamente colocados.

 




Y siguieron las sorpresas con los tapiplatos. La Roca helada de Tomate, que esconde todos los ingredientes de un gazpacho en su interior, buenísima. El Falso Risotto de Calamar con Curry Verde, donde no hay granos de arroz. La Moluscada, así tan sencilla, tan limpia, tan marina, con una bolita que debes comerte al final que cerrará el plato. Siguen los Ñoquis al Pesto, dónde sorprende la textura del ñoqui.





Y ahora viene un plato lleno de color, muy bonito, y realmente sorprendente en su presentación, el Huerto. Es un plato grande en comparación con todos los demás, de hecho te avisan de que todavía quedan platos para que midas tus fuerzas o tu hambre y creo que en otro tamaño no sería tan espectacular. Lo presentan en una caja de madera, con "tierra" en su interior y distintas verduras sembradas en él y apunto para recolectarlas y comérselas. Espárragos blancos, espárragos verdes, endivias, tomates entre otras; rodeadas por toda una variedad de brotes que el comensal corta a su gusto. Todo se come, excepto la madera y la esponja en la que están plantados los brotes. Es un plato genial, divertido y te tienta a comértelo entero, pero enseguida te das cuenta de que llena un montón y mejor parar para poder seguir disfrutando del resto del menú.


El siguiente plato es una paella, pero no una paella cualquiera. Una vez más no están los granos de arroz, que esta vez son de aceite. Y llegamos al penúltimo un Lenguado Meuniere muy bueno. Ya por último la Presa Ibérica con Yuca y Dátiles, muy tierna y con un toque de ceniza muy original.





Aquí hicimos un plato de transición llamado Versailles. Una rosa, que presentan en un florero humeante y de la que con ayuda de unas pinzas de cirujano te vas comiendo el interior. En realidad lo que te comes es manzana con vinagre forum y cerveza de cereza. ¿El sabor? diferente, no es que no me gustara, pero tampoco me encantó.



Llegamos a los postres y empezamos con unas fresas con nata, juzgad la imagen por vosotros mismos. Era un bizcocho - esponja de nata, como fresas llevaba unas nubes de fresa y también helado. El siguiente fue un postre de Manzana y Yuzu. El yuzu es un cítrico japonés que también utilizan en más platos, a mi me recordaba a alguna fruta exótica. En conjunto era un postre muy rico, lleno de matices ácidos y dulces.



A estas alturas mi estómago estaba totalmente lleno, pero, oh! con el café trajeron las Pequeñas Locuras. Un montón de bombones con diferentes sabores; Mojito, Fino, Yuzu, Caipirinha... yo sólo pude probar dos. Parecía el espacio con tanto planeta.

No os he hablado de los vinos. El menú estuvo maridado hasta la Presa con un blanco, Palacio de Bornos 2012. Pasamos después al tinto reserva Viña Real 2009, y ya con los postres nos sirvieron el PX San Emilio.



Y con esto, después de dos horas y media,  terminó  el espectáculo, solo nos quedó salir a la terraza a ver las vistas y hacernos una foto. 


2 comentarios:

  1. Le voy a enseñar este post a maridín a ver si se lo toma como idea de regalo de cumple.......aunque todavía queden cuatro meses jajaja!

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    1. No viene mal empezar a recordárselo, jajajaja. Es un regalazo!

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