sábado, 28 de mayo de 2016

Esto no ha hecho más que empezar: III Campeonato Demos la vuelta al día

Son las 12 de la mañana y hace una semana exactamente a estas horas, estaba hecha un manojo de nervios. A las 10 de la mañana había llegado al Hotel Westing Palace en Madrid para concursar en el III Campeonato Demos que organiza el portal gastronómico de la cadena de supermercados Día www.demoslavueltaaldía.com. Casi cuatro horas después, conseguí una de las ansiadas chaquetillas que me han abierto un camino que, estoy segura, voy a disfrutar muchísimo.

¿Cómo empezó todo? Pues con un mail que despertó mi curiosidad y me hizo ponerme a bucear entre  la dinámica del campeonato. Ahí dije, esto es para mi ¡me apunto!.Pero entre unas cosas y otras el tema se quedó en "standby", había que enviar una foto del plato de tu vida y no tenía muy claro cual elegir. Así, con varias opciones en la mano, llegó la mañana del l1 de mayo. Y con ella el último día para inscribirse y mi decisión en firme de hacerlo. De hoy no puede pasar.

A partir de ahí todo fue muy rápido, recibir el que me pre-seleccionaban me hizo muchísima ilusión, ya había metido un pie. Pocos días después de enviar todo lo que me pidieron para una segunda selección, el 17 de mayo, metí el cuerpo entero. No me lo podía creer, estaba entre los 40 seleccionados de toda España para competir en la semifinal. Veinte en categoría chef, y veinte en categoría foodie, que era la mía, nos veríamos las caras y los cuchillos en distintas pruebas.

Una vez allí, y antes de concursar, pude ir conociendo gente majísima y con los que tengo un interés común, la gastronomía. Así me fui relajando y comencé a disfrutar de una experiencia genial y divertida que procuré exprimir al máximo además de concursar. 



En la primera parte, los chefs realizaron una serie de pruebas basadas en los distintos sentidos. Hicieron una cata de vinos, montaron unas claras a oído, adivinaron los ingredientes de un chutney y realizaron un emplatado con productos Día. ¿Y qué hacíamos los foodies mientras tanto? Pues nos convertimos en gastroreporteros y en la sombra del chef que nos asignaron a cada uno. Durante todas las pruebas que ellos realizaron, nosotros hacíamos fotos o vídeos y comentarios que dieran idea de lo que cada chef estaba haciendo en ese momento. A la vez, las íbamos subiendo a nuestras redes sociales para contarle a todo el mundo de primera mano lo que allí se estaba cociendo.





Llegó la segunda prueba para los foodies, un trivial gastronómico. Diez preguntas en las que tuvimos que demostrar nuestros conocimientos de gastronomía, de cocina y de los anteriores campeonatos.


Después de 20 minutos más o menos y que se hicieron eternos empezaron a nombrar a los 6 foodies y 6 chefs que pasarían a la gran final. Y llegó el momento en el que oí mi nombre y fui feliz, muy feliz.



Y vosotros diréis, pero si todavía queda la final. Sí, todavía queda la final pero hasta llegar a ella voy a estar cinco meses recibiendo masterclasses de grandes cocineros, de grandes profesionales de la cocina, de expertos en redes, de imagen, ¿Qué más puedo pedir? Esto es un gran premio del que voy a saborear cada minuto hasta llegar a la Gran Final.


No os olvidéis de visitar www.demoslavueltaaldia.com, donde podréis encontrar noticias, recetas, trucos y la posibilidad de asistir a cursos de cocina gratuitos, es una comunidad gastronómica en toda regla. Y además seguro que podéis seguir mis avances durante las masterclasses a las que voy asistiendo.


¡Esto no ha hecho más que empezar!

lunes, 9 de mayo de 2016

Calamares Boloñesa

Hace unas semanas me llama mi primo y me dice que tiene en casa unos calamares para mi. ¡Qué suerte!, yo ya empiezo a salivar solo de pensar en esos calamares pescados por mi tío en el Cantábrico. Aún sin tenerlos en mi poder, ya voy dándole a la maquinita para ver como los hago.

Barajé receta tradicional, en su tinta, guisados, plancha, rebozados o con alguna salsa de siempre. Pero ya que estábamos, casi dos kilos de calamares eran la ocasión perfecta para montar comidita dominguera especial. Así que además de tasyfridays, hicimos un tastysunday.  Fin de semana completo. Por supuesto, el invitado de honor fue el mensajero que se encarga de transportar tan distinguida materia prima desde el norte a los madriles. Al final, éramos cinco los que nos juntamos para dar cuenta de los calamares.
En nuestros viernes tasty, ya tengo algunas recetas de calamares, probadas y buenísimas. Unos calamares rellenos con sus patitas y langostinos (click aquí para ver la receta), un calamar relleno de picadillo que podéis ver haciendo click aquí; o unos clamares a la andaluza con lima que podéis ver aquí. Pero no era el día de repetir, ya sé que cuando vienen invitados a casa no es muy buen momento para innovar. Pero el que no arriesga, no gana, no prueba y no se divierte.  Los invitados eran de confianza así que cuando vienen a casa, ya vienen predispuestos a hacer de conejillos de indias.

En este caso la inspiración la busqué en un cocinero gallego que llamó mi atención con su receta de Calamares Boloñesa, Pepe Solla. La verdad es que no cambié nada, salvo cocinar las tiras de calamar que él sirve crudas y buscar un acompañamiento. Bueno digo nada, pero seguro que mil detalles más hay que un cocinero como él pondrá en el plato. Pero es un plato adaptable a nuestras cocinas con el que comer los calamares de una forma diferente.


INGREDIENTES
(5PAX)

1700g. de calamares
3 dientes de ajo
160g de cebolla
7 tomates pera
Vino blanco
Sal y pimienta
Aceite de Oliva
Albahaca fresca
Queso parmesano en un trozo. No necesitamos mucho, es sólo para servir.

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar los calamares, os dejo un enlace de como hacerlo (click aquí). A continuación cogemos las patas y las aletas y los picamos muy fino. Si tenéis una picadora es la mejor opción, hay que dejarlos muy picados.
En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreímos el ajo picado fino y antes de que empiece a dorarse echamos la cebolla picada también muy menuda. Incorporamos las patas y aletas de los calamares bien picados y previamente salados.  Mientras se van haciendo pelamos y picamos en trocitos menudos los tomates. Los incorporamos a la sartén. Regamos con un chorro de vino blanco. Ahora echamos sal y pimienta, no seáis tímidos y probad el punto de sal. Añadimos una cucharada de albahaca fresca picada y dejamos hacerse a fuego medio durante unos 20 minutos más o menos. Tiene que quedar reducido y con la misma apariencia de cuando hacemos una boloñesa de carne.


Ahora le toca el turno a los cuerpos. Mis calamares ya estaban congelados previamente sin saber el plato que iba a hacer. Una vez descongelados, abrí los cuerpos con un corte de delante a atrás y corté tiras lo más finas posibles en ese mismo sentido.



En el plato original de Pepe Solla, él hace el corte que os digo de delante a atrás y los enrolla. Esos rollitos los congela y cuando están semicongelados los corta con el cuchillo perpendicular a lo largo del rollito. Lo que consigue son unos espaguetis de calamar muy finos que aliña con aceite, sal y pimienta. Él los sirve así, en crudo y con la boloñesa y unas lascas de parmesano por encima.

Después de este paréntesis con la receta original, sigo con mi modus operandi. Una vez tenemos cortadas las tiras, las salpimentamos. En una sartén con un poco de aceite de oliva las salteamos hasta que estén hechas.

Llega el momento de emplatar. Ponemos un montoncito de tiras de calamar en el plato. Echamos la boloñesa por encima y terminamos con unas lascas de parmesano. Las lascas de parmesano son fáciles de hacer con un pelador.

En este caso acompañé el plato con un poco de arroz integral servido con pesto. Para el arroz solo tenéis que seguir la pauta de siempre. Dos de agua por uno de arroz. En el arroz integral recomiendan echar un poco más de agua. Si los hacéis en olla rápida no hace falta. En una olla normal, podes ir viendo si necesita un poco más de agua para terminar de hacerse y quedar en su punto. Por supuesto puede acompañarse de arroz normal, o de otro acompañamiento que se os ocurra. Una vez listo lo podemos poner en el plato con ayuda de un molde para que nos quede más bonito.

Echamos el pesto por encima del arroz y listo. La receta del pesto ya la he puesto en mi otro blog, así que para no repetirme, os dejo el enlace haciendo click aquí.

El resultado me ha encantado y juzgar por las repeticiones de los demás comensales a ellos también.


¡Espero que os guste!